Quien no tiene valor para marcharse
Quien no tiene el valor para marcharse
Quien prefiere quedarse y aguantar
Marcharse y aguantar...
Musica, pensamientos, todo está relacionado...
Una semana más, una nueva recomendación: The Veils. Uno de mis ultimos descubrimientos musicales, de nuevo gracias a Flymusic. Estaba viendo el otro dia la tele, cuando salió en esa cadena un video de una canción del grupo, y me gustó. Raudo y veloz, me vine al ordenador a ver que me decia respecto de ese grupo. Y lo que lei me gustó, y lo que posteriormente escuché, me gustó más. Asi que ni corto ni perezoso (bueno, bastante perezoso, porque ya hace bastante que los descubrí), aqui está la recomendación. El disco que tengo y escuche, es su primer disco, The Runaway Found, y está muy bien para un dia como el que hace hoy aqui, nublado, pero en el que se aprecia el sol al fondo. En canciones me recuerdan a los Stereophonics, un estilo similar cuando esos están más melódicos y calmados. Escucha obligada, Guiding Light. Está bien tener una luz que te guie, a ver si yo la encuentro algún dia...
¿Por qué todo el mundo
me pregunta por ti cuando yo sólo,
sólo quiero olvidarte?
Desnudos sobre la cama
lo que daba cobijo a nuestra idea de una relación,
una relación perfecta.
Nos protegemos del fracaso,
nos sentimos el centro del mundo.
Y protagonizamos las escenas más bellas,
somos tan diferentes al resto
que hasta ya nos parecemos,
nos sentimos el centro del mundo
y sólo somos un cuarto oscuro,
una habitación al rojo vivo.
En un strip-tease emocional
conocer algo más que nuestros cuerpos
no estaría, no estaría mal.
Idealizamos nuestras respuestas,
respuestas hormonales,
inmortalizamos el sudor y la carne.
Nos protegemos del fracaso,
nos sentimos el centro del mundo.
Y protagonizamos las escenas más bellas,
somos tan diferentes al resto
que hasta ya nos parecemos,
nos sentimos el centro del mundo
y sólo somos un cuarto oscuro,
una habitación al rojo vivo.
Y protagonizamos las escenas más bellas,
somos tan diferentes al resto
que hasta ya nos parecemos,
nos sentimos el centro del mundo
y sólo somos un cuarto oscuro,
una habitación al rojo vivo.


